En el siglo XVI, tras la incorporación de Málaga a la Corona de Castilla, comienza la deforestación de la cuenca del Guadalmedina para roturar y cultivar sus tierras. Por causa de la gran riada del 23 de septiembre del 1907, fecha en la
que el río Guadalmedina no pudo absorber una intensa tromba de agua, el
rey Alfonso XIII ordenó que impidieran estas inundaciones.
Antecedentes
La inundación se produjo sin que hubiera llovido en la ciudad, cuando una avalancha de agua y barro procedente de la cuenca del Guadalmedina, donde sí había habido fuertes trombas de agua, se precipitó sobre Málaga. El muro de agua, fango y lodo derribó primero el antiguo puente de La Aurora, que obstruyó el paso del agua al quedar atascado en el puente de Santo Domingo, hasta que éste también cedió, repitiéndose la situación en el puente de Tetuán, ya que el siguiente puente, el del ferrocarril, también fue derribado. El aumento del caudal provocó el desbordamiento del río que inundó rápidamente los barrios de El Perchel y La Trinidad y muchas otras zonas bajas de la ciudad.
Antecedentes
En 1907 fue la riada que hubo en Málaga, siendo esta, la cuarta de una serie de inundaciones a principios del siglo XX.
En el siglo XIX se talaron los árboles en torno al río dejando indefensa a la ciudad frente a las tormentas. Esta situación se agravó con la plaga de la filoxera que arrasó la provincia a finales de siglo. Esto produjo el abandono de los campos de vid.
La riada de 1907
La inundación se produjo sin que hubiera llovido en la ciudad, cuando una avalancha de agua y barro procedente de la cuenca del Guadalmedina, donde sí había habido fuertes trombas de agua, se precipitó sobre Málaga. El muro de agua, fango y lodo derribó primero el antiguo puente de La Aurora, que obstruyó el paso del agua al quedar atascado en el puente de Santo Domingo, hasta que éste también cedió, repitiéndose la situación en el puente de Tetuán, ya que el siguiente puente, el del ferrocarril, también fue derribado. El aumento del caudal provocó el desbordamiento del río que inundó rápidamente los barrios de El Perchel y La Trinidad y muchas otras zonas bajas de la ciudad.
Veintiuna personas murieron y
otras muchas resultaron heridas. Las aguas alcanzaron hasta cinco
metros de altura.
Los daños materiales se evaluaron en torno a los cinco millones y medio de pesetas de la época, necesitándose hasta dos meses para limpiar completamente las calles.
Puerta del Mar
septiembre de 1907
Puerta Nueva
septiembre de 1907
Los daños materiales se evaluaron en torno a los cinco millones y medio de pesetas de la época, necesitándose hasta dos meses para limpiar completamente las calles.
Alameda Principal
septiembre de 1907
Puerta del Mar
septiembre de 1907
Puerta Nueva
septiembre de 1907
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